Reflexiones sobre el lugar de inspiración

Tomando como inspiración un lugar medio en ruinas cuyas paredes dan a un pozo antiguo y también a espacios renovados y modernos, surge el proyecto “Porque hay piedras que guardo...”...

Detrás de las puertas modernas de las instalaciones del Aula de Danza en la Universidad de Alcalá se esconde un claustro. Como las tripas secretas de una bestia, el claustro es el interior de este edificio y a la vez espejo de todas las capas de la historia de este lugar. Hay piedra que ha sido testigo de tiempos de recogimiento religioso, o paredes de cuartel o en un momento dado paredes de una cárcel para mujeres. Hay ladrillos deshechos, hay ladrillos que se han quedado abandonados de otros momentos de reconstrucción y rehabilitación. Rozas las paredes y caen escombros de un tiempo pasado revelando mas capas de otras épocas.

En este lugar se desvela texturas de paredes, techo, suelo, rincones escondidos, pasillos y escaleras. El entorno cambia sus tonos iluminándose exclusivamente a partir de la luz natural que entra por sus ventanales sin cristales.

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