Reflexiones sobre el diseño de iluminación

Partiendo de los origines del proyecto, la iluminación para “Porque hay piedras que guardo...” busca resaltar la visión del fotógrafo y su arte de captar instantes y enfocar la mirada del publico.

El recorrido de la bailarina es seguido por un foco móvil llevado a mano por el espacio por un técnico artístico. Esta haz de luz delimita la visión del espectador a puntos concretas del cuerpo y amplifica el movimiento en su acompañamiento. Su cercanía acentúa los contrastes de sombra y luz sobre un cuerpo por momentos aparentemente esculpido. Al contrario, la distancia juego un papel importante , creando sombras que puede intensificar el guión coreográfico. El resto del espacio, sea interior, escénico o exterior nocturno, se queda mayoramente en penumbra, una oscuridad envolvente donde duerme el recuerdo.

El uso de rasantes para crear franjas de luz desde del suelo ilustra un modo de abrir caminos. Esta luz es cálida ,conectando la bailarina con lo terrestre y acordándonos del procedimiento de las piedras. Su tono se contrasta con el inicio del viaje que era marcado por una luz fría.

El foco móvil, a lo largo de la coreografía, sigue los pasos, a veces mas agitados, haciendo que el movimiento y la luz a la vez pueden abrir el espacio a medida que se abre la memoria.

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