Reflexiones sobre el espacio escénico de Tussore

Ampliado, tensado, fragmentado… juegos de luces y sombras, sutiles, a veces radicales, que manipulan el espacio para transformarlo en distintos lugares.

Escenas en penumbra, telas colgadas y tres cuerpos moviéndose.

El ojo se va adaptando y se empiezan a distinguir tres sedas al fondo, largas y verticales, como los hilos de la urdimbre, y en distintos planos...

Momentos en que la escena esta dominada por las tres sedas al fondo comienza un juego de luces y sombras, de sugerencias e imaginación.

De esta misma manera se trata el espacio. Sumergido en penumbras, se rompe con una línea de luz que define su propia dimensión espacial. Las bailarinas se sumergen en ese haz de luz para mostrarse. La iluminación cobra mucho simbolismo.

Las sedas colgadas, según los efectos de luz se harán traslúcidas, llevándonos al teatro de las sombras, u opacas, ocultando a las bailarinas. De nuevo, la sugerencia. Se puede mostrar partes del cuerpo, un antebrazo bajo una luz blanca puntual… Sugerencias, no evidencias. Activar los sentidos y la imaginación.

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